martes, 19 de mayo de 2015

¡QUÉ SUSTO!

¡Qué susto! Eso es lo que decimos después de ver que nuestr@ hij@ está bien tras haber sufrido un golpe, caída o cualquier accidente.

Hago este post porque me lo ha pedido una amiga. La semana pasada Jone, su peque, se le cayó del cambiador y sus papis llevaban un buen susto. La llevaron al médico para quedarse tranquilos y les dijeron que la princesa estaba bien. :)

Tod@s los niñ@s nos asustan en un momento u otro. ¿Y por qué nos asustamos? Porque les queremos, porque buscamos siempre su bienestar, porque no queremos que sufran,...

Rubén es un terremoto (ya lo sabéis l@s que lo conocéis), así que tiene varias batallitas que contar. Por suerte, todas han quedado en un susto.

Una de las primeras "aventuras" la vivió sobre los 9 meses (y la repitió más adelante). Cuando empezó a levantarse y a andar cogido a cualquier cosa que se encontraba, le gustaba jugar a abrir y cerrar el zapatero que tenemos en la entrada de casa (que no está collado a la pared). Siempre vigilábamos que no se le venciera, ya que al abrirlo, como lo hacía con fuerza, temíamos que se le cayera encima. Como cada vez era más rápido en sus movimientos, un día que nos despistamos, llegó al zapatero y lo abrió. Cuando escuchamos el "boom" corrimos a buscarlo. El zapatero de madera se le había caído encima y él estaba debajo en silencio. Rápidamente lo cogimos y empezó a llorar. Por suerte, no se había hecho nada físico, ninguna herida ni contusión. Nos llevamos un buen susto.

En octubre, al poco de empezar la llar (guardería), sobre los 14 meses, tropezó; y al caerse se abrió la ceja con la esquina de una bandeja de plástico que había en el suelo. Las maestras en seguida lo curaron y nos llamaron para informarnos. Con unos puntos de pegatina tuvo bastante para que se le cerrara la herida. Prácticamente no se le nota la cicatriz (que después de saber que estaba bien, era lo que nos preocupaba).

Una mañana, a los 18 meses, estábamos en casa esperando a que viniera mi padre para llevarlo a la llar (guardería) porque yo estaba con gripe. Después de lavarle la cara en el baño, se quedó allí jugando con el orinal y me fui un momento a beber agua. Cuando ya estaba volviendo al baño escuché un ruido de cristal y me alarmé mucho. Al llegar, Rubén estaba llorando y en el suelo había una botella de cristal decorativa que teníamos (ya las hemos quitado) encima de una estantería.  Estaba intacta. Pensé que el peque lloraba porque estaba asustado, pero cuando lo cogí, vi que le caía una gota de sangre por la frente. Le miré bien la cabeza (yo estaba temblando) y vi una pequeña herida en la entrada del cabello, justo encima de la frente. Así que lo lavé con suero y le puse "betadine". Como no estaba tranquila, me lo llevé al médico. Me dijo que estaba bien.

El día de carnaval por la mañana, después de pillar un buen berrinche porque no quería disfrazarse, al abrir la puerta del coche para dejar su mochila, Rubén puso el dedo por el agujero de la bisagra; con tan mala suerte que cerré la puerta (2 segundos) y le pillé el dedito gordo (la parte de la uña). Subimos a casa y le puse una tirita para que la uña no se le despegara y le di "ibuprofeno" (Dalsy) para que no se le inflamara mucho. Cuando la uña se le secó, se cayó sola y ahora ya le ha nacido la nueva.

¡Madre mía! Me estoy dando cuenta de que tiene un buen historial :(

Por último, os hablaré de los chichones, lo más habitual en casa.
No os voy a contar ningún caso en concreto porque Rubén es experto en llevar la frente marcada. Lo único que os diré es que usamos mucho ARNICA y le ponemos monedas frías en el chichón durante un rato, sujetándolo con una cinta. Sólo con eso se le baja mucho la inflamación y al día siguiente le queda el "moradito".

Hace unos meses, mi marido y yo decidimos hacer un curso de primeros auxilios para niñ@s. Además de por Rubén, yo quería tener una idea de qué hacer en caso de accidente en el aula, tener unas pautas.
Al hablar de los golpes, nos comentaron que lo más importante es observar la actitud del niñ@ después del accidente. Si vemos que está bien, que responde con normalidad y actúa como siempre, en teoría no debe tener nada "importante" (además del susto y el chichón).
Si después del golpe el peque se muestra adormecido (si es su hora de domir no cuenta, ya que seguramente estará cansad@). La manera de dormirse no es la habitual, sino que parece que estén "inconscientes". Otro síntoma que puede alarmarnos es que vomiten, que digan palabras sin sentido o que se mareen. En estos casos, lo mejor es ir al médico para que los examinen bien.

Para todas aquellas familias que estéis interesadas en hacer esta formación (la recomendamos 100%), os dejo el link. Cursos de pediatría e infancia 

Os pongo esta imagen por si alguna vez (espero que nunca) tenéis que poner en posición de seguridad a una persona que esté inconsciente. 
Me la ha pasado Cristina, que tuvo un gran susto con su peque, Álvaro, y gracias a su rápida actuación todo quedó en eso, un susto. 

Y esto es todo (de momento) ;)

Un besazo.

lunes, 11 de mayo de 2015

VIAJAR EN AVIÓN CON NIÑ@S

Este puente de mayo nos fuimos de viaje a Londres. Era la primera vez que íbamos a viajar con Rubén en avión, así que decidimos informarnos bien e intentamos tener en cuenta todos los factores.

Para empezar, al coger los billetes, decidimos pagar un poco más para poder sentarnos en las primeras plazas. Éstas, además de ser más espaciosas, te dan prioridad para entrar en el avión, de manera que no tienes que hacer cola para embarcar. Nosotros viajamos con RYANAIR. Os dejo el enlace donde explica la prioridad y los asientos a escoger.


¡Ah! Hasta los 2 años l@s peques no pagan :). Los llevas encima durante el vuelo y te dan un cinturón especial que va cogido al tuyo.

Además, descubrimos que se puede facturar el carrito del niñ@ al llegar al aeropuerto y te lo dejan tener hasta que embarcas, de manera que no tienes que prescindir del cochecito y es más cómodo.

Decidimos no facturar maletas, ya que como íbamos a estar 3 días, con dos maletas de manos nos apañamos para meter la ropa de los tres. Además de la bolsa de mano que te dejan llevar por pasajero.

En el aeropuerto de Barcelona nos analizaron el agua de Rubén y nos la dejaron pasar por el control, así que nos fue genial porque tuvimos el agua en todo momento. En el aeropuerto de Londres (a la vuelta) no nos la dejaron pasar por el control (así que entendemos que esto debe depender de cada aeropuerto o país).

Nos llevamos juguetes, libretas, colores y capítulos de Mickey Mouse y Pocoyó en el móvil para entretener a Rubén en el avión en caso de que se le hiciera pesado. Además, también cogimos palitos y galletas (un cargamento, je je je).

Por lo menos uno de los baños del avión tiene cambiador para bebés, no dudéis en preguntar a l@s azafat@s para que os acompañen o indiquen dónde está.

Tres días fuera de nuestra querida "dieta mediterránea" fueron suficientes para nosotros. Rubén necesitaba sus rutinas, sus verduras, sus desayunos, ir a la llar (guardería),...

¡Fue un viaje genial! ¡En verano repetiremos experiencia aérea, seguro!

Un abrazo.

lunes, 4 de mayo de 2015

EL ARTE (O LA NECESIDAD) DE APROVECHAR

Cuando tienes un bebé, te regalan mil y un conjuntos que, como te descuides, le podrás poner sólo un día (a veces ni eso).

Los primeros meses, la ropa se queda pequeña en seguida, pero conforme van creciendo, cada vez la puedes usar más tiempo.

Nosotros notamos que, a partir del primer año, la misma ropa le valía para toda la temporada. Al principio del otoño la llevaba más holgada y cuando iba a comenzar la primavera le iba a medida o a veces un poco justa.

Como la ropa de niñ@ pequeñ@ es monísima, cuesta resistirse a comprarla. Y justo cuando le compras una camiseta monísima de manga larga...¡zas! suben las temperaturas en dos días y te sabe mal ponérsela porque pasará calor. ¿Qué haces con esa prenda? Para otoño le irá muy ceñida :(

Lo que hago yo es cortarle las mangas y hacerle un pequeño dobladillo. De esta manera, aprovecho para verano estas camisetas molonas que sabe mal guardar y dejar de usar.

¿Y con los pantalones de invierno que aún le valen? Pues hago justamente lo mismo. Le corto unos 10 cm los pantalones de chandal que ha llevado todo el invierno y que de cintura le siguen yendo bien. De esta forma, tengo pantalones para la llar (guardería) o para actividades "destroyer". Con los vaqueros haré lo mismo. 

Hablando de llar (guardería)... A principio de curso nos pidieron mudas de recambio por si Rubén se mojaba o se manchaba. Nosotros pusimos dos mudas con pantalones de verano y camisetas que le iban justitos. De esta manera, acabamos de aprovechar la ropa que le iba bien.
Con la ropa de recambio de invierno, lo que hicimos fue ponerle "bodies", camisetas y pantalones que el invierno anterior le habían ido muy grandes y ahora le iban ceñiditos. 


Para aprovechar las camisetas de manga corta en invierno, le ponemos debajo de la camiseta un body de manga larga y así las puede seguir llevando. 

Y de esta manera es como vamos trampeando. Intentamos aprovechar al máximo la ropa, sobre todo la que lleva más trote y no pretendemos guardar. Podríamos comprarle todo nuevo, pero preferimos invertir ese dinero en actividades que podamos disfrutar en familia.

Besitos.