jueves, 10 de julio de 2014

OBSTRUCCIÓN DEL LAGRIMAL

A los pocos días de que Rubén naciera nos dimos cuenta de que continuamente tenía los ojos llorosos. Y muy frecuentemente le salían legañas amarillas en la esquinita interior del ojo, donde toca con la nariz.
En un primer momento creímos que era conjuntivitis, pero el pediatra nos confirmó que el peque tenía los dos lagrimales obstruidos parcialmente. Por eso no paraba de llorarle el ojo y de "infectarse".

El pediatra nos recomendó que le hiciéramos masajes en el lagrimal para que se le fuera abriendo. Siguiendo su consejo mientras Rubén mamaba o dormía, vimos que le mejoraba un poco.

Cada vez era más difícil hacerle el masaje, porque a él le molestaba y no se dejaba.

Sobre los 5 meses y viendo que no se acababa de abrir, el pediatra nos recomendó un oftalmólogo para que mirara el grado de obstrucción y nos diera las recomendaciones oportunas. El doctor nos dijo que hasta que los niños hacían un año era normal esa obstrucción, que muchos niños al nacer la sufrían porque les faltaba madurez en el lagrimal. A partir del año, si se seguía con la afección, podía tratarse con una pequeña intervención, pero el médico y nosotros coincidimos en que preferíamos que el proceso fuera natural.
Además, nos dijo que los masajes no estaba demostrado que funcionaran, que tuviéramos paciencia y listo.

Así que seguimos con la obstrucción, pero cada vez tenía menos lágrimas y legañas, hasta que sobre los 7 meses desapareció el "tapón" y nos olvidamos por completo.

La verdad es que preocupa cualquier cosa que tengan los peques, aún sabiendo que es común y leve lo que tienen.

Así que si alguien se encuentra en la misma situación, cito la frase del oftalmólogo: Los padres deben comprar un medicamento que no se vende en la farmacia: PACIENCIA. Nos encantó.

Os dejo un enlace de la explicación de dicha obstrucción, síntomas, etc.

http://espanol.babycenter.com/a7300045/obstrucci%C3%B3n-del-conducto-lagrimal

Besitos.